miércoles, 12 de noviembre de 2008

Iguazú, Argentina



Fecha: agosto 1.997
Estancia: tres días
Desplazamiento: avión www.aerolineas.com.ar
Organización: agencia BUQUEBUS
Hotel: ??? en Foz de Iguaçu (Brasil)
Viajeros: Nini, Aero, Inge y yo

En el verano de 1.997 estuve destinado a Buenos Aires (Argentina) durante un periodo de tres meses para realizar un curso de formación en prácticas.

En un fin de semana ampliado por unas fiestas locales y la presencia de la familia al completo nos decidimos a aprovechar la ocasión de visitar un lugar que resultará inolvidable para quienes hayan tenido la suerte de estar allí: las Cataratas de Iguazú.
Desde el Aeropuerto Jorge Newbery (o Aeroparque) situado dentro del casco urbano de Buenos Aires despegamos una mañana a borde del DC9 de Aerolíneas Argentinas que casualmente estaba "bautizado" como Parque Nacional Iguazú. Un buen comienzo.

El DC9 "Parque Nacional Iguazú"
Cuando llevamos casi cuarenta minutos de vuelo, en la lejanía y en medio de la selva aparece una columna semejante a humo y a medida que se aproxima se está convirtiendo en una nube de vapor de agua. Son las Cataratas que vamos a visitar.
Entre la tupida vegetación surge una línea que parece roja y que resulta ser la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional de Puerto Iguazú (IGR en Código IATA). En la época en que fuimos, el Edificio Terminal no era pequeño: era minúsculo. Seguro que hoy en día está acorde a los tiempos que corren y a la importancia del destino.
Un microbús (contratado con la Agencia) estaba esperándonos y nos trasladó hasta el Hotel del que, desafortunadamente no recuerdo el nombre, en el país vecino de Brasil.
El lado argentino
Las Cataratas de Iguazú están localizadas en la provincia de Misiones, en el Parque Nacional Iguazú mientras que por el lado brasileño están en el estado de Paraná con el nombre de Parque Nacional do Iguaçu.
Son unos 275 saltos de hasta 80 metros de altura, alimentados por el caudal del río Iguazú, que da nombre a los saltos de agua.
Se requiere un esfuerzo especial y seguro que no tiene premio, tratar de explicar con torpes palabras lo que sólo la presencia física en el lugar permite captar esas sensaciones que ahora no es posible transmitir.
Paseo en el gomón
Nosotros hicimos dos recorridos: uno por cada país que comparten esta maravilla de la Naturaleza.
Por el lado brasileño, después de pasar junto a maravillosos hoteles situados al borde mismo de los saltos, se alcanza uno de los lugares mas espectaculares: la Garganta del Diablo que es el mayor de todos tanto en altura como en extensión. Un mirador situado prácticamente bajo el agua te permite participar como si fueses parte del espectáculo.
Otra experiencia inolvidable es cuando subes a un gomón (lancha con motor fueraborda) que subiendo el río contracorriente se situa prácticamente bajo la caida de agua de la Garganta del Diablo.
Por el lado argentino habían dos circuitos. En el inferior igualmente se llega a estar casi debajo de la caida del agua despues de descender por escalinatas a veces talladas en la roca. Varios miradores te acercaban al agua y entre el ruido y el vapor de agua la sensación era espectacular.
Coatíes y Tucán
El otro circuito por el lado argentino nos llevó en autobus hasta un embarcadero donde subimos a una pequeña motora y con ella nos desplazamos hasta un mirador justamente en la parte superior de la caida del agua.


Como no hay palabras suficientes para explicar las sensaciones que se tienen, dejo los comentarios y quedan las fotografías.
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Hicimos una visita a la Represa Hidroeléctrica de Itaipú, la mayor del mundo y que instalada en la frontera de Brasil y Paraguay sobre el río Paraná.
En el mismo desplazamiento estuvimos en Ciudad del Este. Un enorme mercadillo que Paraguay tenía instalado en un puerto franco, de forma que las diferencias de precios e impuestos hacía que una multitud cuzaba continuamente el Puente de la Amistad camino de Brasil.
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No podía faltar una comida en una churrasquería, restaurante tradicional brasileño con platos de carne a la parrilla o a la brasa.
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El retorno nos devolvió a la gran urbe que es Buenos Aires pero siempre con un sentimiento de felicidad por haber estado en un sitio tan especial como las Cataratas de Iguazú.
Más fotografías en Las fotos de Diegolev

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo que has recorrido todo lo que se podía hacer por la zona en uno de los enclaves naturales más hermosos que existe en este planeta.
Como bien dices Ciudad del Este es un mercadillo gigante, pero como en todo mercadillo existe mucha imitación y por lo tanto estafa. Hay que ir con mucho cuidado. Y confirmo tus palabras: “no hay palabras suficientes para explicar las sensaciones que se tienen” mirando tus fotos.
Sl2

diegolev dijo...

Gracias por tu comentario, "Albatros". Sobre las imitaciones en Ciudad del Este, puedo decir que sólo compramos un refresco y nos lo llevamos puesto. Saludos