domingo, 6 de septiembre de 2009

Brujas, Bélgica




De Brujas, 2007

Fechas: octubre 2.007 ; Desplazamiento: avión (Ryanair) y coche de alquiler (Sixt); Hotel: Novotel Brugge Centrum ; Viajeros: Nini y yo

La Compañia de Bajo Coste Ryanair puso en el mercado una oferta imbatible para viajar a Amsterdam. Bueno: su vuelo a la capital holandesa aterriza en el Aeropuerto de Eindhoven que está a 120 Km. de Schiphol.
Y nosotros aprovechamos esos precios increíbles (40€ dos personas ida y vuelta) para ir desde Eindhoven hasta Flandes.
Hace unos años (en 2.001) estuve en una excursión de medio día que sólo sirvió para un rápido paseo antes de volver al autobús.
Ahora hemos subido a un Opel Astra que nos llevará por interminables autovías sobre un terreno plano como un cristal a través de las llanuras próximas a Amberes hasta nuestro destino.
El recorrido, lento y tranquilo, nos lleva casi toda la mañana y nos permite ver un paisaje de bosques y granjas con sus vaquitas (primero holandesas y después belgas) y sus plantaciones de patatas para los platos típicos de la cocina belga: patatas fritas con salsas y mejillones con patatas fritas. Como se ve, muy complicado.
Hemos llegado a Brujas y prácticamente cruzamos la Ciudad hasta que salimos por el lado opuesto y nos encontramos en una carretera a las afueras: nos hemos perdido. Pero preguntamos y nos dicen que volvamos por el mismo sitio y felizmente localizamos la Katelijnestraat, donde está el Hotel. De la Cadena Accor, recién renovado y a un precio “de bajo coste” gracias a los acuerdos de la Empresa para la que trabajo con la citada Cadena Hotelera.
La habitación es amplia y completamente equipada, sacamos los escasos disponemos a descubrir el mayor atractivo de Brujas: su casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Pese a que gran parte es reconstruido, es muy atractivo porque mantiene la original estructura arquitectónica medieval.
También resultan muy interesantes la gran cantidad de canales que atraviesan la ciudad, por lo que Brujas es conocida como la Venecia del Norte (al igual que Ámsterdam y Estocolmo).
Una de las cosas que más me agradan de este tipo de ciudades es que todo el centro histórico, donde se concentran los lugares emblemáticos, es peatonal. Excepto algunos autobuses o tranvías, es difícil cruzarte con otros vehículos.
Y además, no resulta ser un decorado de cartón piedra para disfrute de la vista de los turistas. Mantiene la vida propia de sus habitantes, sus comercios y no sólo las tiendas de recuerdos. Aunque no puede imaginar una ciudad belga sin tiendas de bordados encajes flamencos y chocolate (¿del Congo Belga?).
La visita a Brujas resulta cómoda porque todo lo interesante de ver se encuentra en un circulo de no mas de 1 Km. y además todo gira en torno al eje firmado por las Plaza Mayor o del Mercado (Grote Markt) y la Plaza del Burg o del Ayuntamiento (Burg).
Entramos en el Casco Histórico por una calle comercial y peatonal (Steenstraat) que nos sitúa en la primera de las plazas. Continúa siendo el centro de la Ciudad con sus construcciones destacables como el Campanario (Belfort) que con una altura de 83 metros que ejercía funciones de vigía y centro administrativo, el Mercado Cubierto (Hallen), fundamentalmente para el comercio de lana y paño y un espectacular edificio neogótico construido en el Siglo XIX que es el Palacio del Gobierno Provincial.
Aquí se puede elegir entre muchos restaurantes. Nosotros elegimos uno de ellos para degustar unos mejillones compartiendo la mirada con la Torre al frente.
Por una de las esquinas de Grote Mark nos adentramos en una calle que nos lleva hasta la Plaza Burg. Fue una fortaleza histórica de Brujas, amurallada y con varias puertas de entrada.
La plaza Burg está conformada por diferentes edificios históricos entre los que destacan el Ayuntamiento y la Basílica de la Santa-Sangre.
El Ayuntamiento de Brujas (Stadhuis van Brugge) fue construido en estilo gótico-florido a finales del Siglo XIV y comienzos del XV. Es uno de los ayuntamientos más antiguos de Flandes. Imprescindible visitar la Sala Gótica con una bóveda colgante de madera impresionante y la Sala Histórica en la que están expuestos documentos y pinturas relacionadas con la rica historia de la Ciudad.
Justo en una esquina de la plaza hay un pequeño edificio compuesto por una doble capilla superpuesta: la inferior es románica y la superior es una construcción gótica. Esta es, propiamente, la Basílica de la Santa Sangre (Heilig Bloed) en la que se conserva una botella de cristal de roca realizada en Constantinopla en el Siglo XI o XII y que la tradición afirma que contiene una reliquia de la Sangre de Cristo que llegó desde Jerusalén a Brujas después de la Segunda Cruzada.

En la esquina opuesta, un palacio del Siglo XVI albergó el Franc de Brujas, asociación de ciudades y pueblos independientes del poder de Brujas y que actualmente es Palacio de Justicia.
Justo al lado y separado del Ayuntamiento por el Callejón del Asno, el hermoso edificio de la Cancillería con su fachada renacentista.
Entre los monumentos religiosos a destacar la Iglesia de Nuestra Señora con su torre en ladrillo de 122 metros, el segundo más alto del mundo.
En su interior, a destacar una obra en mármol blanco de Miguel Ángel: “Madonna y el Niño”. En el coro la sillería de los Caballeros de la Orden del Toisón de Oro y los mausoleos de María de Borgoña y de su padre Carlos el Temerario.
La Catedral de San Salvador es la iglesia más importante de la ciudad y en algunas zonas recuerda su origen como una pequeña capilla románica del Siglo IX.
Entre sus varias reconstrucciones, ya en el Siglo XIX se construyó una impresionante torre de estilo neorrománico.
El Beaterio (Begijnhof Ten Wijngaerde), situado en el sur junto al “Lago del Amor” era una residencia de “beguinas”, mujeres que vivían juntas una vida religiosa sin comprometerse mediante votos. El Beguinaje está compuesto de una iglesia de estilo gótico y unas treinta casas blanqueadas alrededor de un recogido jardín.
Las Casas de Dios o de Caridad (Godshuizen) se encuentran por todas partes en el centro antiguo de Brujas. Son casas pequeñas, blanqueadas y agrupadas alrededor de un patio. Construidas por gremios y burgueses en el Siglo XIV como alojamiento u hospitales para sus miembros viejos o enfermos, principalmente por motivos caritativos pero principalmente con el objetivo de salvar sus almas, cada conjunto dispone de su propia capilla en la que los habitantes agradecían al bienhechor, rezando cada día.
La red de Canales es otro de los atractivos para visitar esta Ciudad. Hay varios embarcaderos en los que por el módico importe de 6€ se ofrece un recorrido de casi una hora descubriendo Brujas desde una perspectiva diferente y en un ambiente muy relajante.
Una opción diferente es hacer un recorrido en un coche de caballos. Acompañado por el ruido del trote del caballo se pasea descubrir rincones ocultos y recoletas plazuelas.
Y lo que es muy importante: aprovechar el tiempo descubriendo la Ciudad mientras paseas de aquí para allá.
Faltaron algunas cosas por ver: la Puertas, los Molinos,… pero siempre encuentro la misma escusa: la próxima vez será.
Mañana nos vamos a Gante, camino de regreso a casa y mientras tanto, nos despedimos de Brujas de Noche.

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