martes, 23 de marzo de 2010

Bali, Indonesia



De Bali, 2009

Fechas: diciembre 2.009
Duración: 5 días/4 noches
Desplazamiento: avión (Singapore Airlines)
Hotel: Meliá Bali
Organización: BST (Business Solution Travel)
Viajeros: Doctor y Yo

Como empieza a ser habitual en este viaje (maravilloso, por cierto) es noche cerrada cuando el teléfono-despertador de la habitación en el Hotel Gran Hyatt de Singapur zumba para recordarnos que en breves momentos debemos estar en el restaurante, tomar el desayuno y salir a escape hacia el Aeropuerto de Changi donde después de los habituales trámites (facturación, seguridad, pasaportes,…) embarcaremos rumbo a Bali en un vuelo que saldrá pasadas las nueve y media de la mañana. Todo se desarrolla con normalidad y el viaje es resulta ser un paseo de dos horas y media sobrevolando un incontable número de las aproximadamente 15.000 islas que componen este extenso país. Por cierto que poco después de abandonar Singapur, entramos en el hemisferio Sur al cruzar la línea del Ecuador.
Como si fuese una autopista, el avión se desplaza sobre el estrecho de Karimata entre Borneo y Sumatra hasta desembocar en el Mar de Java y finalmente la isla de Bali.
A la llegada nos reciben con las típicas guirnaldas de flores y el insoportable calor húmedo que traemos de Singapur y que ya no nos abandonará hasta que regresemos camino a casa.

Llegando a Bali y camino al Hotel
El grupo de viajeros es muy amplio (¿200 pasajeros? ¿O quizás 250?) En cualquier caso, BST (la Agencia española que coordina todo el viaje) y el personal de la Agencia local (¿PT. Bali Santika Tours?) resuelve cualquier problema por mínimo que sea.
Ya es mediodía cuando llegamos al Hotel Meliá Bali en cuya entrada nos recibe un grupo de bailarinas que nos deleitan con sus danzas balinesas. Depositamos el equipaje en la habitación que nos han asignado y que tiene una decoración habitual en hoteles-resort de la Cadena mallorquina y una bonita vista del jardín tropical en el que se camuflan los edificios del complejo. Y como ya es la hora, nos vamos al restaurante para recuperar fuerzas como anticipo de una saludable siesta para lograr que el cuerpo se olvide rápidamente del madrugón que nos hemos dado y de la tensión acumulada durante el vuelo.


Recepción, jardín y playa en el Hotel
Después del sueño, el día prácticamente no da más de sí mismo: un paseo por la playa privada del hotel antes de cenar algo ligero en el mismo hotel.
El día siguiente se presenta tranquilo y relajado porque la mañana la tenemos “libre” y la aprovecharemos para hacer las pertinentes compras de recuerdos: los obligados pareos y batiks. Muy cerca del complejo hotelero se encuentra Nusa Dua, a donde llegamos en taxi porque desconocemos cuan lejano se encuentra. El retorno lo haremos andando disfrutando del insoportable calor húmedo y los cuidados jardines.Como agresivos compradores-regateadores nos cargamos de telas, camisetas y demás artículos que demostraran que compramos muy barato y, además, artículos de excepcional calidad. Vamos: como todos. Aunque lo importante es quedar satisfecho con uno mismo, cosa que hemos conseguido.


Nusa Dua
Por la tarde ya comienza la verdadera visita turística a Bali y nos desplazaremos (nos desplazaran, mejor dicho) a Tanah Lot.
Debido a la hora que es, las estrechas calles y carreteras están ocupadas por millares de motocicletas que se desplazan en manadas ocupando cualquier resquicio que abandonan los vehículos mayores. Sorprende el hecho del escaso número de accidentes mortales que se producen según información del guía y es cierto que no vimos a ningún motorista o acompañante por los suelos.De camino podemos observar el duro trabajo de los campesinos cuidando primorosamente del arroz, base de la alimentación en ésta parte del mundo.

Camino de Tanah Lot

El lugar al que llegamos es uno de los más fotografiados de la Isla de Bali. Tanah (tierra) y Lot (mar) se funden bajo la atenta mirada del sol en sus espectaculares ocasos mientras el templo situado sobre un saliente rocoso nos contempla, a nosotros los curiosos visitantes ocasionales.

Tanah Lot y puesta del Sol
Y ofrecimientos de pareos y batiks y camisetas para ganarse el pan de la familia. ¿Quién no se gasta unos euros por ver la cara de alegría de un niño cuando te ha vendido un paquete de postales o de lápices, quizás la venta del día?
Ya ha oscurecido cuando partimos camino a la sorpresa del viaje: el guión que nos han proporcionado simplemente dice “visitaremos el templo Taman Ayun, situado en Mengwi”. Pues será otro templo y resulta que no es sólo eso. Como muestra de la cultura balinesa (y sin dejar de pensar que es un espectáculo para sorprendidos turistas) muchos habitantes del pueblo organizan una procesión con ofrendas hasta el templo.
Una orquesta (balaganjur) abre el cortejo anunciando con estruendo la llegada una larga fila de mujeres de todas las edades que se dirigen al templo con sus ofrendas sobre las cabezas. Cestos bellamente preparados con frutas, flores y otros alimentos.


Procesión y Ofrenda
Cuando pasa la procesión, nos incorporamos como invitados y accedemos al primer patio donde están preparadas las mesas para la cena que mujeres jóvenes y soldados nos amenizan con danzas y bailes tradicionales.



Danzas Balinesas
Muy satisfechos por la cena y el espectáculo, llegamos al hotel ya tarde y no resta nada más que dormir rápido y profundamente.
Para el siguiente día (tercero de nuestra estancia) nos tienen preparada una excursión de día completo hacia el centro de la Isla.
Después del desayuno tomamos al asalto uno de los cinco a seis autobuses que nos esperan a la entrada del hotel y nos dirigimos hacia el primer destino previsto.
Resulta ser el Pura Tirta Empul, un agradable templo con un manantial considerado sagrado que llena piscinas rectangulares en las que los fieles realizan abluciones rituales.


Pura Tirta Empul
Después ascendemos hacia el Gunung Batur (Monte Batur), un volcán activo que no es el de mayor altitud pero destaca por una espectacular la caldera que lo rodea.Paramos en el pueblo de Kintamani para la comida. Desde el mirador del restaurante se contempla la espectacularidad del Batur, a su derecha el lago de su mismo nombre y a la derecha la mole del Gunung Agung (Monte Agung) pico más alto de la isla y y también volcán activo con erupción reciente (1963-1964).

Gunung Batur, Lago Batur y Gunung Agung desde Kintamani
Después de la comida y sortear una nube de vendedores de todo lo imaginable, embarcamos rumbo a Besakih.
Situado en la ladera del Gunung Agung, el Templo Madre de Besakih es un complejo constituido por más de veinte templos entre los que destaca el Pura Penataran Agung, corazón espiritual del complejo y del hinduismo balinés.
No es visitable por los turistas a los que sólo nos está permitido observar desde el exterior mientras ascendemos por una escalinata lateral que nunca entra en el recinto, reservado a los fieles al igual que la entrada principal por la que acceden mediante la gran escalinata principal construida a modo de terrazas en bancales. Desde el exterior se pueden contemplar las elevadas pagodas (meru) de once alturas (el número más alta de las existentes) y que muestra de la importancia del rey deificado que habita el santuario.
Subimos hasta lo alto del complejo y por la escalinata opuesta a la que utilizamos a la subida iniciamos el descenso hasta donde nos esperaban los autobuses.



Pura Besakih

Una breve parada para contemplar el verde paisaje de los bancales de arroz durante el regreso y ya estamos en el hotel.

Hoy la cena será en la piscina del hotel y la amenizara un coro de danzantes que surgen del mar para ofrecernos bailes rituales.
El día siguiente (cuarto en Bali) es de descanso. Lo que quiere decir que no han preparado actividades especiales y por eso lo dedicamos a visitar algo por nuestra cuenta. Nos vamos a Kuta Beach y en el camino pasamos junto al Monumeto a Gusti Ngurah Rai, héroe en la lucha por la Independencia de la dominación holandesa en los años 40 del pasado siglo.
Este antiguo pueblo de pescadores es hoy uno de los principales destinos turísticos de Indonesia. Sus largas playas de arena y sus alojamientos de todo tipo hacen de Kuta un destino preferido por los surfistas, principalmente los vecinos australianos.
Kuta Beach
Al regreso nos encaminamos al Bali Conection, un “shopping center” cercano al hotel en el que buscamos un restaurante donde comer a la vez que aprovechamos para las últimas compras: principalmente camisas “de marca” a buen precio, alguna careta de artesanía y una bolsa de viaje “adicional” para poder transportar los regalos.

Bali Collection
Ya por la tarde nos damos un chapuzón en la playa, tranquila y de agua muy limpia y caliente, antes de prepararnos para que nos lleven a cenar a un restaurante en Sanur donde un voluntarioso grupo nos ofrecen durante la velada diversas canciones en un más que aceptable castellano.


Hotel, Playa, Piscina y Cena
Cuando estamos desayunando al día siguiente empezamos a percatarnos que “esto se está acabando”. Así que el plan para hoy es simplemente playa y piscina, para volver a casa con un poco de color. Y así lo hacemos.
Y continuamos a la mañana siguiente hasta después de comer en que ya con el equipaje recogido, nos vamos al Ngurah Rai Airport donde embarcaremos camino de casa. Singapur, Milan y Barcelona serán las escalas que nos esperan para finalmente aterrizar en Madrid (o Málaga).
Amaneciendo camino de Barcelona
¿Tiempo?: me pierdo en los cálculos. Salimos de Denpasar (Bali) a última hora de la tarde de un día y llegamos a Barcelona a las 09:00 hora local del día siguiente. Son 18:25 horas de vuelo a las que sumar las paradas en Singapur y Milán. En definitiva, hemos ido y vuelto “al fin del Mundo o a LA ISLA DE LOS DIOSES”.
Ha merecido la pena.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que recuerdos!!!! todo un placer haber compartido parte de esas vivencias. Un saludo y espero que nos veamos en la próxima. Zoraida.