martes, 8 de junio de 2010

Lieja, Bélgica



De Lieja, 2010


Fechas: junio 2.010
Desplazamiento: avión (http://www.ryanair.com/)
y coche (http://www.europcar.es/)
Hotel: en tránsito
Viajeros: Nini, Inge y yo

En nuestro camino desde el Aeropuerto de Charleroi (aunque quede más elegante decir Bruselas–Sur) hasta Maastricht vamos a hacer un alto cuando se aproxima el mediodía, aprovechando para comer algo y realizar una visita a los lugares más destacables.
A las orillas del río Mosa que la atraviesa de norte a sur, Lieja es la Capital económica de Valonia y aunque sus orígenes que se remontan a la época romana, es a partir del siglo X dentro del Sacro Imperio Romano-Germánico cuando los Obispos asumen la posición de Príncipes y comienza una etapa de gran esplendor.
Una vez hemos dejado el coche en el aparcamiento subterráneo de la Plaza de San Lamberto, lugar que podría considerarse el centro de la zona más antigua de la población, nos vamos en busca de la Oficina de Turismo para recopilar alguna información para nuestra corta visita. Un folleto muy completo (en español) y los correspondientes callejeros y ya estamos en acción. Terminamos y prácticamente sin sobremesa nos dirigimos a Hors-Château, la calle principal del casco antiguo y en su momento lugar de residencia preferido por la nobleza e instituciones religiosas. Prueba de ello son los antiguos palacios y los callejones sin salida (Impasses) que resultan ser muy corrientes en estas latitudes: casas pequeñas en patios con abundante vegetación dan un ambiente de tranquilidad muy agradable.

Nuestras Señora de la Inmaculada Concepción, Impasse, Príncipes-Obispos
Al final de la calle encontramos la Collégiale Saint-Barthélemy, considerada una de las “Siete maravillas de Bélgica”. Es característico el estilo románico propio de la zona del Mosa y el material de construcción, en el siglo XII, utilizando bloques de roca sedimentaria. Aunque mantiene su carácter románico, ha sido modificada y reconstruida en numerosas ocasiones. De hecho, el interior es barroco. Especialmente renombrada es la Pila Bautismal de siglo XII, con cinco escenas del “Bautismo de Jesús”.

Colegiata de Saint-Barthélemy y la Pila Bautismal
Cuando finalizamos la tranquila visita buscamos un patio que recomienda la guía, con viviendas construidas en 1979 por un conocido arquitecto (Charles Vandenhove), integrando nuevas construcciones en un conjunto rehabilitado de casas antiguas.
Callejeando por las estrechas vías reminiscencia de la ciudad antigua, llegamos a un paseo que nos permite contemplar el ancho y caudaloso río Mosa (Meuse en francés, Maas en alemán y holandés) que durante siglos ha traído y llevado la riqueza a Lieja.Nos dirigimos ahora hacia la Plaza del Mercado cuando observamos una larguísima escalinata, cuyo final se pierde a nuestra vista camino de la Ciudadela que domina la ciudad. Aunque conocida como la “Montaña de Bueren” es una escalera de 374 escalones que asusta sólo el pensar en subirla.

Cour Saint-Antonine, río Mosa y Montaña de Bueren
Una de las numerosas fuentes y poco después pasamos por el edificio que fue Convento de Franciscanos Menores y en el que se ha instalado un Museo para mostrar el folklore y tradiciones populares de Valonia. Vemos el Ayuntamiento a nuestra izquierda y frente a él se encuentra un monumento, “Le Perron”, fuente coronada por Las Tres Gracias y que es símbolo de las libertades.Nos internamos en la Plaza de San Lamberto para cruzarla hasta el lado opuesto. Esta zona es muy animada porque además de las paradas de autobuses en muchos de edificios se han instalado grandes centros comerciales.
Fuente de San Juan Bautista, Museo de la Vida Valona y El Perrón
Justo al frente, el edificio de la Opera Real de Valonia y a la izquierda del mismo, la Plaza de la República Francesa desde la que vamos en busca de la catedral.Antes, la Universidad de Lieja, creada en el siglo XIX. Aunque en el edificio del centro únicamente permanecen servicios administrativos, el Rectorado y una facultad de Filosofía y Letras.
Opera Real de Valonia y Universidad
La Catedral de Saint Paul es muy antigua (del siglo X) pero no es catedral desde el siglo XIX, cuando la antigua fuese destruida durante la Revolución. Destaca por su claustro gótico y el carillón de la torre con 49 campanas. En el interior, bellas vidrieras y un cofre conocido como de “Saint Lambert” (¡Otra vez el mismo Santo!).
Catedral de Saint-Paul
Regresamos a la plaza que nos sirve como referencia para nuestros movimientos y en uno de sus laterales se encuentra el Palacio de los Príncipes-Obispos, imponente palacio que fue la residencia de los mandatarios. La primera edificación se realizó sobre el año 1.000 y después de varias ampliaciones y reconstrucciones, hoy es sede de la Audiencia de Justicia y otros Organismos Administrativos.Entramos en el primero de los patios que está abierto al público y tiene unos bellos pórticos de columnas. El centro sirve de aparcamiento que desmerece el conjunto.
Palacio de los Príncipes-Obispos
Ya finalizando la visita y camino al aparcamiento, en los adoquines de la renombrada plaza (¡Sí: la de Saint Lambert!) se encuentra marcado el plano de la ubicación y pilares metálicos en los lugares que ocuparon las columnas de la primitiva catedral. Y en el subsuelo, ruinas romanas y restos medievales de la originaria población en lo que constituye el Archéoforum.
Plaza de Saint-Lambert
Por cierto: por aquí pasa algún tramo del camino de santiago, como lo prueban las señales marcadas en las aceras.
¿El Camino de Santiago pasa por Lieja?
La visita ha sido necesariamente corta pero, la verdad, Lieja no da para más.
Comparando con otras ciudades de la zona (Maastricht, Aachen, Brujas, Gante,…), pues que quiere Usted que le diga.
Sólo nos queda encontrar la Autopista que nos lleve hasta nuestro destino en el día de hoy.

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