viernes, 2 de septiembre de 2011

Ho Chi Min City-Saigon, Vietnam

De Ho Chi Min City, Vietnam, 2010

Fechas: diciembre 2.010; Duración: 4 día/3 noche; Desplazamiento: avión (Vietnam Airlines); Hotel: Sheraton Ho Chi Min City Hotel & Towers; Organización: BST (Business Solution Travel); Viajeros: Doctor y Yo

Viaje a VIETNAM y CAMBOYA, con visitas a Hanoi, Ho Ian, Saigon (Ho Chi Min City) y los Templos de Angkor.

La salida desde el Aeropuerto de Danang se realiza como todas las que realizamos (y realizaremos) durante este viaje: madrugón, desayuno veloz, presentación en los mostradores de Vietnam Airlines y siempre armados de oriental paciencia.
Un cómodo y rápido vuelo nos sitúa en un Ciudad que para mucha gente de mi generación tiene unas connotaciones especiales. Y es que aunque al final del nombre oficial aparece un "City", siempre será Saigón.
Llegamos a un Aeropuerto con dos Terminales y lógicamente accedemos por la de Vuelos Nacionales. Cuidado pero se nota que tiene algunos años. No así la Terminal Internacional (por el que saldremos en nuestro vuelo hacia Camboya), muy moderna y con todos los adelantos ya que fue inaugurada en 2007.
Recogemos nuestro equipaje e inmediatamente los autocares que nos esperan se dirigen al hotel que nos alojará durante tres noches.
Transitamos por amplias avenidas entre construcciones poco agraciadas y por estrechas calles cuyos edificios dificultosamente resisten el paso del tiempo desde la época colonial francesa. Y ello dentro de un tráfico que aparenta más caótico (¡Aún mas!) que en Hanoi, porque aquí circulan mas coches entre la habitual marabunta de motocicletas. Y alguna bicicleta.

  

El tráfico
El primer edifico que vemos en nuestro camino al hotel es la Opera de Saigón. Como casi todo lo monumental data de la época colonial francesa, con multitud de restauraciones pero aún en funcionamiento.


La Opera
El hotel es un Sheraton, en el mas puro estilo americano. En el centro de la ciudad y rodeado de edificios que parece se caeran de un momento a otro. Pero eso si: recepción muy oriental con el correspondiente grupo de música tradicional.

  
El Hotel
Antes de la distribución de habitaciones, comida tipo buffet mas que aceptable y despues de deshacer el equipaje, a descansar un rato.
La estancia en la ciudad será de cuatro días. De ellos, dos los dedicaremos a visitar algunos lugares turísticos próximos por lo que para visitar la Capital nos quedaran ratos libres. Es por ello que esta narración no respeta exactamente la secuencia temporal sino que se presenta como un relato novelado de las visitas.

La primera tarde (y dentro del programa organizado) visitamos a la Pagoda del Emperador de Jade, templo muy venerado por los vietnamitas pero que resulta un lugar excesivamente caótico y con un ambiente muy cargado, por el gran número de fieles y el humo de los incensarios.

  
 
El Templo del Emperador de Jade
Hay un patio previo al edificio, con un estanque con tortugas y que huele bastante mal. En su interior, un buen número de santuarios dedicados a varias deidades taoístas y, obviamente, el más importante está dedicado al que asigna nombre al templo y que está representado por una impresionante estatua. Muchas capillas, muchas estatuas, mucho de todo en muy poco espacio.
Como primera visita, la impresión es que anticipa el carácter caótico de esta ciudad y que iremos descubriendo durante los próximos días.
La primera noche después de cenar salimos a dar un paseo a lo largo de la Avenida Le Loi. Allí confluyen en masa peatones, motocicletas y los comercios mas caros de Saigon (me resisto a escribir Ho Chi Min City. Lo siento. A partir de ahora escribiré HCMC).

 
Consumismo asiático
Cruzar esta ancha avenida se convierte en una aventura. Los semáforos se respetan pero hagas lo que hagas, al final te encuentras rodeado por motocicletas por todos los lados. La solución: no ponerse nervioso y seguir avanzando como si nada mientras los conductores te esquivan respetuosamente con una habilidad increíble.
Cercano al Hotel se encuentra la Oficina de Correos, edificio levantado por el famoso Gustave Eiffel en la época colonial francesa. En su interior se mezclan contradictoriamente la imagen del Tio Ho, el líder revolucionario, con mapas de la Indochina Francesa.


  
Oficina de Correos
A la salida y al frente, la Catedral Católica de Notre Dame levantada por colonos franceses a finales del siglo XIX. Con dos elevadas torres simétricas, en apariencia es de ladrillo pero realmente el edificio se construyó con granito vietnamita recubierto de azulejos expresamente trasladados desde la Metrópolis.

  
Notre Dame 
Al final de un parque bien cuidado y del que se agradece la sombra para protegerse del calor húmedo habitual, se encuentra el Palacio de la Reunificación, cuyo valor es histórico más que estético, al jugar papel destacado en la historia política de Vietnam.

   
Palacio de la Reunificación
Tras una enorme reja y después de atravesar un cuidado jardín, su interior acogen salas de recepciones y la vivienda Presidencial del Palacio aunque la historia mas reciente cuando se produjo la caída de Saigón y atravesaba las verjas del Palacio uno de los tanques estacionados en el jardín, convirtiéndose en el símbolo de la reunificación del país.

  
Palacio de la Reunificación
Los mercadillos son algo inherente a la cultura de los vietnamitas. Y el mejor ejemplo en HCMC es el Mercado Ben Thanh situado en el centro de la ciudad desde el siglo XVII y sobreviviente a todo tipo de conflictos. Artesanías, souvenirs, alimentos y sobre todo, textiles (imitaciones) de grandes marcas son buscados con ahínco por todos los que visitamos el lugar en busca de gangas.

 
Mercado Ben Thanh
Dentro de la zona central de HCMC se encuentra el Ayuntamiento (Comité Popular), edificio que parece proteger las espaldas de líder Ho Chi Min que en una gran estatua cuida con sus brazos a la infancia vietnamita.

  
El Tio Ho y el Comité Popular
¿Y la Guerra de Vietnam? ¿Queda algo de ella?. Recuerdos, sólo recuerdos. Aviones y helicópteros norteamericanos derribados por el Vietcong, grandes carteles llamando a la movilización hacia el socialismo y poco más.

  
 
Recuerdos de la Guerra y del Socialismo
Para compensar, grandes edificios de cristal que albergan lo mas granado del nuevo capitalismo asiático, justo aquí donde hace poco se desarrollaba una cruenta guerra entre dos conceptos muy diferentes de Sociedad.

   
El presente y el futuro
Los vietnamitas ocupan las calles y las aceras. Con los coche, las motocicletas o los restaurantes populares. Y como se intuía al principio de nuestra estancia en Saigón, todo es un caos.
Pero la gente es muy amable y con un poco de entrenamiento, la visita se vuelve muy agradable porque resulta muy interesante la convivencia del bullicio y las prisas con la tranquilidad y la relajación.

   
Vivir en la calle
La Navidad está cercana y los escaparates no tiene nada que envidiar a los que podemos encontrar en Europa. El consumismo no tiene nacionalidad ni frontera.

 
Ya viene la Navidad
Y así, poco a poco y paso a paso, se nos ha marchado el tiempo de visitar esta curiosa Ciudad de Asia.


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