
Fecha: mayo 2.005
Estancia: dos días
Desplazamiento: avión Madrid-Bruselas-Madrid (www.iberia.com) y coche Bruselas-Maastricht-Bruselas (www.europcar.com)
Alojamiento: Hotel Mercure Aeropuerto Maastricht-Aachen
Organización: Oficina Turismo (www.holland.com)
Viajeros: Nini y yo
Maastricht está situada a las orillas del río Mosa (Maas en holandés), en la parte sureste de los Países Bajos entre Bélgica y Alemania.
Durante años ha disputado por ser la ciudad más antigua de Holanda para finalmente ser reconocida como la primera con unas leyes medievales propias de una ciudad. Hoy en día es la decimonovena ciudad más grande de Holanda pero, sin embargo, es muy popular como destino turístico.
Considerada la ciudad menos holandesa y menos nórdica de Holanda, está situada bastante retirada al sur de la capital (Ámsterdam) y alejada también del núcleo urbano holandés más cercano por lo que ha podido conservar una identidad propia.
Posee un gran casco antiguo que atrae a muchos visitantes y su interesante ubicación en las fronteras con Alemania y Bélgica puede ser un buen punto de partida para visitar Lieja o Aquisgrán (Aachen).
Nuestra visita se originó por una casualidad: nuestro hijo menor tenía que hacer unas pruebas para asuntos laborales y aprovechamos la ocasión para darle apoyo (moral).
Nos desplazamos hasta Bruselas y en un coche de alquiler nos dimos un paseo cómodamente transitando por las autopistas A3 y A25. En una hora y media bordeamos la ciudad y en unos diez kilómetros llegamos al alojamiento que hemos reservado en el Aeropuerto.
Es un Hotel Mercure (Cadena Accor) y está bien, sin alardes de lujo. Desde la terraza se contempla la pista del Aeropuerto pero tiene poco tráfico y el ruido que originan los escasos vuelos no nos molesta.
Hemos llegado a media tarde y después de dejar las bolsas en la habitación nos volvemos al centro de la ciudad para dar una vuelta y buscar algún sitio para cenar.
Posee un gran casco antiguo que atrae a muchos visitantes y su interesante ubicación en las fronteras con Alemania y Bélgica puede ser un buen punto de partida para visitar Lieja o Aquisgrán (Aachen).
Nuestra visita se originó por una casualidad: nuestro hijo menor tenía que hacer unas pruebas para asuntos laborales y aprovechamos la ocasión para darle apoyo (moral).
Nos desplazamos hasta Bruselas y en un coche de alquiler nos dimos un paseo cómodamente transitando por las autopistas A3 y A25. En una hora y media bordeamos la ciudad y en unos diez kilómetros llegamos al alojamiento que hemos reservado en el Aeropuerto.
Es un Hotel Mercure (Cadena Accor) y está bien, sin alardes de lujo. Desde la terraza se contempla la pista del Aeropuerto pero tiene poco tráfico y el ruido que originan los escasos vuelos no nos molesta.
Hemos llegado a media tarde y después de dejar las bolsas en la habitación nos volvemos al centro de la ciudad para dar una vuelta y buscar algún sitio para cenar.
Después del desayuno a la mañana siguiente, carretera y nos vamos a la visita de Maastricht. Buscamos aparcamiento cerca de la Plaza Vrijthof, centro indiscutible de la ciudad en el sentido geográfico y por su gran importancia entre los habitantes locales. Es el sitio de encuentro por excelencia de los mosenos, tanto que se le conoce como “la sala de estar de Maastricht”.
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Dinghuis (Oficina de Turismo); Generaalshuis
En primer lugar nos dirigimos al Dinghuis, una construcción elevada y de origen gótico que fue la Corte de Justicia. Y actualmente ubica el la planta baja la oficina de información turística.
Ya en la Plaza Vrijthof y presidiéndola, el llamativo edificio Generaalshuis (La Casa del General), un palacio de estilo neoclásico que en la actualidad funciona como un teatro.
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Ya en la Plaza Vrijthof y presidiéndola, el llamativo edificio Generaalshuis (La Casa del General), un palacio de estilo neoclásico que en la actualidad funciona como un teatro.
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Iglesias de San Servacio y de San Juan
En una de las esquinas de la plaza se encuentra una de las iglesias con más historia de Holanda. Es la de San Servacio, dedicada al santo que llevó el cristianismo por aquellas tierras. Es básicamente románica, reformada posteriormente. A la plaza Vrijthof dan las torres cuadradas y el pórtico sur.
La iglesia contigua es la de San Juan de estilo gótico. Tiene una airosa torre, llamativamente pintada de color rojo y de más de 70 metros de altura, con base cuadrada y octogonal en su remate.
La iglesia contigua es la de San Juan de estilo gótico. Tiene una airosa torre, llamativamente pintada de color rojo y de más de 70 metros de altura, con base cuadrada y octogonal en su remate.
Basílica de Nuestra Señora
Dejamos esta zona y nos vamos hacia una de las entradas peatonales para visitar la Basílica de Nuestra Señora. Es el templo más antiguo, de finales del Siglo IV, cuando fue catedral de la ciudad.
Dejamos esta zona y nos vamos hacia una de las entradas peatonales para visitar la Basílica de Nuestra Señora. Es el templo más antiguo, de finales del Siglo IV, cuando fue catedral de la ciudad.
Su portada es como un inmenso paredón flanqueado por unas torrecillas cilíndricas. La parte superior con arcos es románica, del entorno de 1200 igual que la nave y el excelente ábside, mientras que el claustro es del Siglo XVI.
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Murallas; Puerta del Infierno (Hellpoort)
Nos vamos hacia la parte sur de la ciudad en la que todavía se conservan amplios trozos de las antiguas murallas. Es una zona de frondosos arbolados, propicia para el paseo y sobre los muros se puede hacer un paseo de ronda. El elemento más característico es el Helpoort o Puerta del Infierno.
Canales y Norias
Seguimos paseando por la parte más antigua, entre canales y norias de agua camino de la Stokstraat, en una zona de calles estrechas peatonales y comerciales.
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La otra orilla; Puente Romano
Desde la orilla del río Mosa tenemos una bonita perspectiva de nuevos barrios y cruzamos por puente romano y nos damos una vuelta por avenidas con bellos edificios de los últimos siglos antes de regresar al coche para finalizar la visita a la ciudad de Maastricht.
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WijckDesde la orilla del río Mosa tenemos una bonita perspectiva de nuevos barrios y cruzamos por puente romano y nos damos una vuelta por avenidas con bellos edificios de los últimos siglos antes de regresar al coche para finalizar la visita a la ciudad de Maastricht.
Más fotografías en Las fotos de Diegolev
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