martes, 28 de octubre de 2008

Marrakesh, Marruecos



De Marrakesh, 2007


Fecha: marzo de 2.007
Estancia: 5 noches
Desplazamiento: avión http://www.easyjet.com/
Organización: Internet http://www.turismomarrakech.com/
Hotel: Riad Dar Zelda http://www.darzelda.com/
Viajeros: Nini y yo
Es muy complicado contar cosas de una Ciudad que es todo color, olores y ruidos. Y eso no se puede explicar con palabras ni con imágenes: hay que vivirlo. Así que aprovechando la oferta de lanzamiento de una Compañía “Low Cost” nos fuimos a descubrir Marrakech, la Ciudad Roja o en lengua berebere, “Tierra de Dios”.
Una compañera de trabajo me recomendó olvidarme de hoteles y que me alojase en un "riad". Investigando descubrí que es un alojamiento de tipo tradicional y que en nuestro país podríamos decir “hotel con encanto”. Así que me puse en contacto con el que estuvo ella y rápidamente llegamos al acuerdo.
Voy a ir comentando nuestro viaje según la agrupación de lugares similares y eso sí, con mas fotografías que palabras.
EL HOTEL
Conforme a lo acordado, fueron a recogernos al Aeropuerto de Marrakech. Menos mal porque si no fuese así, todavía estaríamos dando vueltas para encontrar la dirección. Dentro de la Medina todas las calles, rincones y edificios son iguales a la vista del visitante.
El propietario del Riad Dar Zelda es un francés, seco como un ajo porro pero todo queda compensado con el trato exquisito del personal y más todavía cuando entras en la habitación de nombre la Carbone. Amplia, de paredes negras y una decoración sobria pero muy original. El cuarto de baño tiene una bañera espectacular de piedra también negra.
Para el desayuno (incluido en el precio) hay que subir a la azotea y en un ambiente totalmente relajado te preparas para resistir cada uno de los días de estancia.
Riad Der Zelda
Si hay una imagen más que conocida de Marrakech, esa es la Place Djemaa el Fna. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fotos, postales y películas la han mostrado por todo el mundo. Es el centro de la vida de la ciudad y a cualquier hora del día se encuentra llena de gentes que van y vienen o como nosotros los visitantes ocasionales, miran.
Saltimbanquis, aguadores, encantadores de serpientes y los más variopintos personajes se dan cita en ella.
Por la tarde, el centro de la plaza se llena de tenderetes donde se puede comer por un precio más que razonable. Y para el calor del mediodía, que mejor que un buen vaso de zumo de naranja recién exprimida. Y los caracoles.
Para los que no quieren experimentar mucho con las comidas, hay varios restaurantes “clásicos” donde degustar un buen tagine berebere o un plato de couscous.
Plaza Djemaa El Fna
LA KASHBA
Es la parte mas antigua de la ciudad (alcazaba), una ciudad imperial fortificada situada al sur de la Medina cuya fundación se remonta a la época almohade, a finales del siglo XII. Hoy sólo restan la Mezquita y algunos restos de murallas con sus puertas monumentales.
Es otro laberinto de callejones sin salida (cul-de-sac) que parten de algunas calles que parecen ser principales y donde se desarrolla la actividad diaria. Fuera de estas calles, todo parece anclado en el tiempo.
La Kashba
La Mederssa Ben Yussef fue una Escuela Coránica fundada en el S.XIV por el Sultan Abu al-Hassan. Es la Madraza mas grande de Marruecos. Hay dormitorios para unos 130 estudiantes en celdas alrededor de un patio.
Conforme requiere el Islam no hay representaciones humanas o animales en todo el edificio, donde el estuco y el mármol se entremezclan con preciosos dibujos geométricos e inscripciones religiosas.
Mederssa Ben Yussef
LOS MUSEOS
Justo a la salida de la Mederssa y a su derecha, encontramos la entrada al Museo de Marrakech que ocupa el Palacio Dar Menebhi. Recuerda perfectamente la arquitectura andalusí, con sus fuentes y patios.
Alberga una colección de arte moderno y tradicional de las culturas judías, berebere y árabe.
Museo de Marrakesh
El Museo Dar Si Saïd instalado en un viejo y restaurado Palacio, recoge una interesante colección de alfombras, ropas, joyería y cerámicas de la zona de Marrakech y su entorno. Aunque lo mas interesante es el propio edificio y sus dependencias sin olvidarnos de la ebanistería de las puertas y elementos arquitectónicos.
Museo Dar Si Said
LOS ZOCOS Y LAS TENERÍAS
Desde el Riad se llega a Place Djemaa el Fna atravesando uno de los Zocos. Un laberinto de callejuelas abarrotadas de gentes y mercancías en el que puedes encontrar todo lo esperas: incluso chollos pero siempre sales con una sensación agridulce y autoconvencido de que has sido engañado como un niño.
Cuando has entrado y salido un par de veces, ya dominas el asunto de la orientación y parece que has vivido allí toda la vida.
La babuchas, los bolsos de cuero, especias, lamparas de latón,…. Es probable que salgas con algo de eso en una bolsa, aunque después no te sirva de nada, pero…. ¡Era tan barato!

Los Zocos
En la zona Este de la Medina está el Barrio de los Curtidores. No es complicado encontrarlo: basta con buscar el rastro del nauseabundo olor que despide. Cuando llegas y si quieres entrar entre las pozas donde curten las pieles, lo primero que te ofrecen es un ramillete de hierbabuena.
Barrio de los Curtidores
LOS MONUMENTOS
A escasos metros de la salida del Museo de Marrakesh se encuentra la Qoubba. Es el único resto de la arquitectura almorávide y fue construido en el S.XI como centro de abluciones antes de accede a la cerca Mezquita de Ben Yusuf. Interiormente quedan restos de pinturas florales y caligráficas.

La Qoubba Almoravid
Los Jardines de la Menara, construidos en el S.XII a las afueras de la Ciudad y en la puerta del Atlas, eran grandes extensiones de olivos, palmeras y arboles frutales regados por medio de un sofisticado sistema de canales procedentes de la montañas que aportaban el agua a una gran alberca.
El Pabellon, construido e el S.XVI, era una residencia de verano para el sultán.


La Menara
LAS MEZQUITAS
En armonía con la tradición musulmana, las Mezquitas de Marrakech no están abiertas a los no-musulmanes.
Quizás el monumento mas representativo de Marrakech sea la Mezquita Kutubia, Koutoubia o Kutubiya llamada “de los Libreros” por el zoco que se instalaba en sus alrededores. Especialmente conocida es su torre o alminar, modelo de los de las mezquitas de Rabat o de la Giralda de Sevilla y que con sus 69 metros de altura es el edificio más alto de Marrakech.
Mezquita Kutubia
De origen almorávide, la Mezquita de Ali Ben Youssef pasa por ser la más antigua de Marrakech. Construida en el S.XII por el sultán que le da nombre era mucho mayor que en la actualidad. Fue demolida y reconstruida varias veces: la última en el S.XVIII.

Mezquita Ben Yusuf
La Mezquita El Mansour, llamada también “de la Casbah”, fue edificada a finales del S.XII La denominaron entonces la «mezquita de las manzanas de oro» porque las bolas de su lanterna fueron supuestamente realizadas con el oro de las joyas de la esposa del Yacub El Manssur, su constructor.
Mezquita al-Mansour
LOS PALACIOS, TUMBAS Y MURALLAS
El Palais Bahia fué construido a fines del S.XIX por Ba Ahmed, visir de los Sultanes Mulay Hassan y Mulay Abdelaziz, es una autèntica obra de arte marroquí y el más grande de su tiempo y retrató maravillosamente la esencia del estilo andalusí con una estructura y decoración muy del gusto de su tiempo
Dentro de frondosos y perfumados jardines, el palacio incluye una mezquita además de varios patios embaldosados rodeados de pasillos, la recepción y los cuartos privados. El diseño interior del palacio es de estuco tallado, artesanía en madera tallada y pintada y las baldosas cerámicas brillantes.
Palais al-Bahía
El Palais Badii, con sus 360 habitaciones fué construido en apenas 25 años por Ahmed El Mansour despues de su victoria en una importante batalla.
Su nombre (“El incomparable”) proviene de su decoración en oro, mármol de Italia y ónice. Fue saqueado quedando el Palacio en ruinas y hoy ya no quedan mas que las estructuras, grandes patios, fuentes y jardines.
Palais Badii
Las Tumbas de los Saadies datan del S.XVI y son mausoleos ricamente decorados que albergan las tumbas de Mulay Ahmed El Mansour, de sus hijos y de su madre. El jardín es un verdadero remanso de paz, dominado por dos mausoleos independientes con más de 100 tumbas decoradas con mosaicos, esparcidas a sus alrededores.
Tumbas Saadíes
La Medina de Marrakesh es la más extensa de todo Marruecos y la muralla que la rodea mide 19 kilómetros de longitud, con unos 9 metros de altura y un espesor sobre los 2 metros. Por ser la piedra muy escasa en la región, se utilizó una especie de arcilla rojiza que el sol hace variar en tonalidades según el momento del día y que le dio a Marrakech su apodo de Ciudad Roja.
En sus orígenes la medina amurallada, respondiendo a su función defensiva, no tenía tantas puertas (bab) que vemos hoy y entre las más antiguas se encuentra un bello ejemplo de arquitectura almohade que resistieron el paso de los siglos: Bab Agnaou que forma parte de los restos de la antigua Kasbah.
Murallas
Despues de seis días muy bien aprovechados, con un recuerdo imborrable hace ¡Alto! y nos vamos al Aeropuerto para regresar a casa.


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